
En Recarlo deseamos «hacer realidad el sueño de cualquier mujer de recibir una joya con diamantes como muestra de amor». Y, desde 1967, nos esforzamos en hacer ese objetivo alcanzable.
La búsqueda de la excelencia comienza con una cuidada selección de las fuentes de abastecimiento de materias primas. Empezando por las minas, que nos garantizan los mejores minerales obtenidos con métodos de extracción respetuosos con el medio ambiente y los derechos de los trabajadores. Solo el 2% de los minerales que se extraen reúnen las características necesarias para convertirse en diamantes Recarlo.
Cada diamante —una celebración radiante del amor— requiere una destreza extraordinaria y una experiencia intuitiva para expresar la máxima belleza de las mejores creaciones en bruto de la naturaleza. Sustraer la materia para revelar su esencia más pura: la ardiente belleza que se esconde dentro de un diamante.
Las expertas manos del ser humano trabajan este maravilloso regalo de la naturaleza para transformarlo en una joya única y exclusiva, a través de distintos procesos de elaboración. Cada paso de nuestros artesanos, desde que realizan la montura hasta que engastan las gemas, está destinado a resaltar la belleza natural del diamante